Horrorizado estoy con los proveedores de servicios de Internet en este país. Se me ocurrió cambiar, pues no estaba contento con el que tenía, para lo que pedí información a varios de ellos (craso error) y durante un mes he estado sufriendo un auténtico acoso en forma de llamadas telefónicas, correos y visitas de comerciales de los diferentes operadores. Lo más increíble es lo de Jazztel: la compañía es argentina y no tienen ningún reparo en llamarte desde Córdoba (Argentina) 8 o 10 veces al día, a pesar de que les digas desde el principio que no te interesa el servicio que dan. Además se enfadan si les dices que prometen una cosa que no pueden dar (20 megas de banda ancha). Te vas enterando poco a poco, pues cada operador/a con el que hablas te dice una cosa, de que lo que prometen en la publicidad no tiene nada que ver con lo que te cobran en realidad (publicidad engañosa, se llama eso y está tipificado como delito). Pero, ellos insisten tratándote, a veces, como si fueras idiota. Ya saben el dicho aquel de que el mejor negocio del mundo es comprar un argentino/a por lo que vale y venderlo después por lo que él/ella dice que cuesta. Pues eso, ni se les ocurra pedir información a esa empresa. No dicen una verdad ni hartos a vino.
¿Qué hace el ministerio correspondiente para librarnos de estos estafadores.? Creo que nada. Así nos va.
Que lo disfruten.