Acabo de ir al estanco a comprar tabaco.
Nada más entrar, el estanquero me mira con cara de pena y me dice:
- “Amigo, han subido los precios”.
- ¡Qué se le va a hacer! - contesto yo - y le pido dos bolsas de tabaco para liar.
Me sigue mirando con cara de resignación y me espeta:
- “No es una subida normal, el precio ahora es más del doble”.
- ¿Cómo? – pregunto con incredulidad - ¿Más del doble?, pero eso no puede ser.
- Como lo oye, querido amigo. Han gravado el tabaco de liar con un impuesto fijo de 1,80 €.
- Y eso ¿por qué? Cómo voy a pagar 3,30€, por lo que ayer costaba 1,50€.
- Querrán que la gente fume menos, pienso yo.
Hago mis cálculos y el resultado es que con el nuevo precio mis gastos subirán unos 45,00€ mensuales. Decido comprar sólo un paquete y me voy mascullando improperios contra el/la “inteligente” ministro/a.
Ahora nos dirán que lo hacen por nuestra salud, o que en otros países de Europa es aun más caro. Pues no, la razón es la siguiente:
No quieren subir impuestos directos porque estamos en crisis y, según ellos, lo importante es proteger a las clases más desfavorecidas. Además, están dejando de ingresar mucho dinero por el tabaco, pues mucha gente se ha cambiado al “de liar” que es más barato. Bueno, piensan ellos, sin problema: subimos el impuesto del tabaco de liar y ya está.
Si tratan de proteger a las clases menos pudientes, que son las que hemos tenido que aprender a liar cigarrillos, que dejen los precios como estaban y no nos toquen los… bolsillos. Por qué, digo yo, no suben el impuesto del whiski de malta y similares (el alcohol es la droga que más muertes provoca), de los coches de lujo, de las mansiones. Por qué, sigo pensando, no se bajan ellos los salarios, o, mejor aun, por qué no se ponen ya de una vez (gobierno y oposición), a arreglar lo que tienen que arreglar (que es mucho). Que no nos tomen más el pelo y compensen el déficit en los presupuestos gastando con mesura y acierto y no a costa de los que fumamos. En mi opinión esto es un delito de especulación pura y dura.
Hace tiempo escribí un artículo en el que detallaba los miles de millones que el estado ingresa por el tabaco y con el que, por ejemplo, deberían construir hospitales, escuelas, centros de rehabilitación, etc. Cosas que, a mi entender, son más importantes que el gasto militar. Pero siempre volvemos a lo mismo: Si el nivel cultural sube, ¿quién votaría a semejantes ineptos? Poca gente, seguro.
Que con su pan se lo coman.
Nada más entrar, el estanquero me mira con cara de pena y me dice:
- “Amigo, han subido los precios”.
- ¡Qué se le va a hacer! - contesto yo - y le pido dos bolsas de tabaco para liar.
Me sigue mirando con cara de resignación y me espeta:
- “No es una subida normal, el precio ahora es más del doble”.
- ¿Cómo? – pregunto con incredulidad - ¿Más del doble?, pero eso no puede ser.
- Como lo oye, querido amigo. Han gravado el tabaco de liar con un impuesto fijo de 1,80 €.
- Y eso ¿por qué? Cómo voy a pagar 3,30€, por lo que ayer costaba 1,50€.
- Querrán que la gente fume menos, pienso yo.
Hago mis cálculos y el resultado es que con el nuevo precio mis gastos subirán unos 45,00€ mensuales. Decido comprar sólo un paquete y me voy mascullando improperios contra el/la “inteligente” ministro/a.
Ahora nos dirán que lo hacen por nuestra salud, o que en otros países de Europa es aun más caro. Pues no, la razón es la siguiente:
No quieren subir impuestos directos porque estamos en crisis y, según ellos, lo importante es proteger a las clases más desfavorecidas. Además, están dejando de ingresar mucho dinero por el tabaco, pues mucha gente se ha cambiado al “de liar” que es más barato. Bueno, piensan ellos, sin problema: subimos el impuesto del tabaco de liar y ya está.
Si tratan de proteger a las clases menos pudientes, que son las que hemos tenido que aprender a liar cigarrillos, que dejen los precios como estaban y no nos toquen los… bolsillos. Por qué, digo yo, no suben el impuesto del whiski de malta y similares (el alcohol es la droga que más muertes provoca), de los coches de lujo, de las mansiones. Por qué, sigo pensando, no se bajan ellos los salarios, o, mejor aun, por qué no se ponen ya de una vez (gobierno y oposición), a arreglar lo que tienen que arreglar (que es mucho). Que no nos tomen más el pelo y compensen el déficit en los presupuestos gastando con mesura y acierto y no a costa de los que fumamos. En mi opinión esto es un delito de especulación pura y dura.
Hace tiempo escribí un artículo en el que detallaba los miles de millones que el estado ingresa por el tabaco y con el que, por ejemplo, deberían construir hospitales, escuelas, centros de rehabilitación, etc. Cosas que, a mi entender, son más importantes que el gasto militar. Pero siempre volvemos a lo mismo: Si el nivel cultural sube, ¿quién votaría a semejantes ineptos? Poca gente, seguro.
Que con su pan se lo coman.