miércoles, 14 de abril de 2010

Qué triste

No voy a extenderme demasiado porque me da casi vergüenza tener que escribir esto.
Cuando una herida se cierra mal acaba infectándose y el pus termina por salir y, a veces, consigue infectar las partes sanas.
Yo creía, como muchos otros españoles, que habíamos acabado con el franquismo. Pero ya veo que no. Ahora resulta que vamos a sentar en el banquillo de los acusados a un juez que ha hecho por este país más de lo que han soñado hacer la mayoría de los "politicastros" que desgraciadamente pululan por nuestro Parlamento.
Es muy triste darse cuenta al cabo de más de treinta años que seguimos secuestrados por gente que añora la brutal dictadura de Franco.
Antidemocrático es apoyar una guerra comercial en Iraq. Antidemocrático es usar el poder para enriquecerse. Antidemocrático es no ayudar a que el país vaya hacia adelante. Antidemocrático es, en fin, querer juzgar a quien sólo ha intentado que este país sea mejor y más respetado.
Parece ser que no aprenderemos nunca.
Ahora, que nadie se queje cuando por ahí fuera nos tilden de paletos y poco democráticos. Nos lo estamos ganando a pulso. Hace tiempo que no sentía tanta vergüenza por ser español.
La historia le hará justicia Sr. Garzón. Mientras tanto, aunque sirva de poco, ahí va mi apoyo.
Triste país éste en el que nos ha tocado vivir.

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